Si convives con la dermatitis atópica (DA), seguramente tengas que lidiar con varios síntomas molestos que se interponen en tus planes y obstaculizan tu día a día. Te ayudamos a entender los síntomas de la DA para comprender mejor esta patología.
Los síntomas y signos son la evidencia de cambios físicos o mentales que ocurren debido a una condición particular. En el caso de la DA, estos se manifiestan de manera diferente según la edad y el color de la piel.
Según la edad, el/la cuidador/a deberá estar atento a la aparición de los siguientes síntomas:
La forma en la que la DA se manifiesta es parecida en la mayoría de personas, pero su aspecto varía según el color de la piel. Las diferencias en la pigmentación de la piel y la distribución de las lesiones pueden afectar a la manera en la que los síntomas se ven. Las erupciones pueden ser rojizas en personas con la piel más blanquecina o purpúreas en individuos con la piel más oscura. Las personas de ascendencia asiática pueden tener lesiones mejor definidas y más liquenificación, y placas blanquecinas en comparación con personas con pieles blancas.
Recuerda: un diagnóstico de DA necesita la confirmación de un/a médico/a. No todos los síntomas que se enumeran aquí se traducirán en un diagnóstico de la enfermedad. Por favor, consulta a tu médico/a si experimentas alguno de estos signos y síntomas.
Quizás sepas cómo se muestran los síntomas y cómo te hacen sentir pero no acabes de entender por qué ocurren. Te lo explicamos a continuación.
Seguramente sea el síntoma que más acostumbrado/a estés a sufrir pero, ¿por qué te pica tanto la piel y por qué parece imposible dejar de rascarse?
Las células de tu sistema inmune están mandando señales a la superficie de la piel, causando picor. Este picor a su vez provoca una necesidad o deseo de rascarse difícil de ignorar llamado prurito. Rascarse rompe la barrera más externa de la piel, permitiendo la entrada de virus, gérmenes y alérgenos. Este hecho puede provocar la aparición de erupciones cutáneas, signo visible de la inflamación que está ocurriendo debajo de la piel. Como respuesta, tu sistema inmune enviará más señales inflamatorias a la superficie que, a su vez, provocarán más picor y rojez.
A este proceso se le conoce como el ciclo de picor-rascado: cuanto más te rascas, más se daña la barrera de tu piel, perpetuando así el ciclo. El ciclo puede provocar sangrado e hinchazón de la piel, pero también puede impactar en tu calidad de vida. Si te sientes atascado/a en el ciclo de picor-rascado, puedes hablar con tu profesional sanitario para que te ayude a encontrar un plan de tratamiento que lo mantenga a raya.
Este es uno de los síntomas más molestos de la DA y, desafortunadamente, uno de los más comunes. ¿Por qué está supurando tu piel?
Con el rascado de la piel, incrementa el número de bacterias que la atraviesan, lo que a su vez puede dar lugar a la supuración. Cuando esta se seca, se empieza a formar una costra, haciendo que la piel tenga un aspecto de cuero y esté dura.
Tendrás este síntoma cuando:
Es probable que hayas tenido la piel seca anteriormente. Las cremas y ungüentos se convierten en tu mejor aliado para combatirla. Pero, ¿qué es lo que causa que la piel se seque tanto?
Con la DA, la barrera cutánea no protege como debería, lo que hace que la piel sea más proclive a secarse y pique. Durante el rascado, la barrera sufre un daño físico que provoca la pérdida de humedad en la piel y la entrada de virus y bacterias. Cuando la piel se seca demasiado, puede volverse frágil, escamosa, áspera o tensa, lo que puede dar lugar a la aparición de los brotes que experimentas en tu piel.
Tu piel puede cambiar de textura como resultado del rascado, el picor y la fricción que acompañan a la DA. Este cambio puede recibir el nombre de liquenificación, un término que hace referencia a una piel gruesa, con un exceso de arrugas y grietas.
Otro síntoma causado por el rascado continuo es la decoloración de la piel, que aparece de diferentes maneras. Puede ser que experimentes hiperpigmentación (exceso de pigmento) y veas que tu piel se torna más oscura. Por el contrario, la hipopigmentación (ausencia de pigmento) hará que tu piel se vea más clara de lo normal y esto puede ser debido a la inflamación subyacente que causa la DA, aunque normalmente es un indicador de que tu piel se está curando después de la aparición de parches rojizos o púrpuras.
Sea cual sea el síntoma que experimentes y cómo aparezca, es importante que lo consultes con tu profesional sanitario. Sé honesto/a durante las visitas y exprésate sin temor a ser juzgado/a para que tu equipo médico pueda ayudarte a manejar tu enfermedad y conseguir el control a largo plazo que te mereces.
Accede a una serie de recomendaciones de cuidado de tu piel y estrategias para lidiar con el
picor.
Te contamos todo sobre una nueva herramienta de control de la DA.13 ¡Ahora tú también eres una pieza clave en el manejo de tu enfermedad!
La información médica aquí contenida se proporciona solamente a efectos
de formación general.
Los profesionales sanitarios constituyen la mejor
fuente de información en relación a la salud.
Te recomendamos que
consultes a un profesional sanitario si tienes dudas acerca de tu salud
o tratamiento.
DA: Dermatitis atópica